TRADICIONAL
MACHETIAO MOSTAZA
$ 30.000 PESOS COLOMBIANOS (US$ 15)
NOTAS:- Se elabora para cada sombrero en particular en las calidades y cualidades que se soliciten (15, 19, 21, ó 23).
- De acuerdo con la calidad varía el precio.
EMPRESA PROMOTORA DE LA ACTIVIDAD ARTESANAL Y SU SOSTENIBILIDAD EN EL MERCADO NACIONAL E INTERNACIONAL.
VUELTIAO FINO TRADICIONAL
VIELTIAO FINO CEBRA
VUELTIAO FINO BLANCO
VUELTIAO FINO BLANCO CINTA NEGRA
VUELTIAO FINO BLANCO DOBLE CINTA NEGRA
$230.000 PESOS COLOMBIANOS (US $115)
OPCIONAL:
Uno de los expertos en la cultura y tradición Zenú, el Ingeniero Benjamín Puche Villadiego observó cómo se identifica el número de pies de las trenzas elaboradas de caña flecha.
El sombrero vueltiao, típico de las sabanas de Córdoba y Sucre, regiones costeñas de Colombia, conocidas por las fuertes olas de calor, pasó de ser una prenda campesina rústica a un símbolo nacional de Colombia.
El sombrero vueltiao es un libro que representa animales, plantas y narra diferentes tipos de actividades: la caza, la pesca, la hacienda, las escenas religiosas, etc.Los sombreros más finos son los de 19, 21, 23, 25 y 27 vueltas. Esta nomenclatura provoca muchas equivocaciones, porque las personas que desconocen el tema, creen que la cifra tiene que ver con las vueltas que se le dan a la materia prima del sombrero, cuando en verdad se refiere al número de pares de fibra que se trenzan. Aparentemente, mientras más sean, más fino el ‘vueltiao’.
La verdad es que el sombrero más fino y el más costoso es el "Veintiuno". A pesar de que se producen también los sombreros "Veintitrés" y "Veintisiete", uno se puede dar cuenta de que el tejido usado en un sombrero que tiene cuarenta y seis fibras (veintitrés abajo y veintitrés arriba) o más aun (cincuenta y cuatro) yo no es fibra sino hilo. Solamente el sombrero "Veintiuno" se deja doblar y reducir su tamaño para cargarlo en cualquier espacio. Al momento de soltarlo vuelve a su tamaño y forma inicial. Eso indica su verdadera calidad.
El sombrero vueltiao es la consecuencia de mas de trescientos años de constantes trabajos de los artesanos costeños para mejorar su producto cada día y después del “27” seguramente vendrá el “29” y otros vueltiaos. No sabemos hasta donde llegue la imaginación de los colombianos por seguir manteniendo en la cabeza la prenda – símbolo nacional, porque en materia de sombreros, nadie se puede comparar con los colombianos.